Continúan avanzando las obras de remodelación de la calle Blas Infante, que ya empieza a desvelar algunas pistas del aspecto que presentará en un futuro próximo. Los transeúntes ya pueden pasear por los laterales de la calle peatonal, que muestran un nuevo pavimento creado a base de mármol de diferentes colores, entre los que predomina el gris oscuro.
La semana pasada se iniciaron los trabajos de la parte central, que llevarán algo más de tiempo debido a la complejidad del diseño. En estos días se está procediendo a la colocación, en forma de abanico, de piezas de mármol de 10x10cm en color crema.
No obstante, el foco de todas las miradas será la copia de uno de los mosaicos desaparecidos del Conjunto Termal Romano, que ocupará el centro de la plaza con unas dimensiones de 4,58×7,92m y una superficie de casi 37m2.
La composición está dividida en tres paneles. La parte principal, enmarcada en un cuadrado presidido en sus esquinas por cuatro cráteras, consta de un motivo óptico a base de escamas en cuyo centro aparece un nudo de Salomón, que fue expoliado en 1990. Dos paños laterales con líneas alternas de hexágonos y rombos y una cenefa externa conforman el resto del mosaico, que sufrió numerosos daños como consecuencia de los trabajos realizados con maquinaria en el yacimiento.
La reproducción, que pretende ser un fiel retrato del original, se está llevando a cabo en el Centro Especial de Empleo de Casariche, especializado en este tipo de labores. Para ello, se emplearán teselas de 1x1cm de color blanco, negro, ocre y rosa y se redimensionará el diseño primitivo, que contaba con casi 6m de ancho, para ajustarlo al espacio disponible.
El principal objetivo de esta iniciativa es rememorar nuestro pasado romano mediante la recreación de una obra de arte que perdurará en el tiempo a la vista de todos los herrereños.
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