𝗘𝘀𝘁á 𝗼𝗿𝗴𝗮𝗻𝗶𝘇𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗰𝗲𝗷𝗮𝗹í𝗮 𝗱𝗲 𝗖𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗔𝘆𝘂𝗻𝘁𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝘆 𝗹𝗮 𝗗𝗶𝗽𝘂𝘁𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲 𝗦𝗲𝘃𝗶𝗹𝗹𝗮, 𝗮 𝘁𝗿𝗮𝘃é𝘀 𝗱𝗲𝗹 Á𝗿𝗲𝗮 𝗱𝗲 𝗖𝗶𝘂𝗱𝗮𝗱𝗮𝗻í𝗮, 𝗣𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝗶𝗽𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝘆 𝗖𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮. 𝗟𝗮 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮 𝘀𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘃𝗲𝗿 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗖𝗮𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗖𝘂𝗹𝘁𝘂𝗿𝗮 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗲𝗹 𝟯𝟬 𝗱𝗲 𝗡𝗼𝘃𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗱𝗲 𝟮𝟬𝟮𝟯, 𝗱𝗲 𝗹𝘂𝗻𝗲𝘀 𝗮 𝘃𝗶𝗲𝗿𝗻𝗲𝘀, 𝗲𝗻 𝗵𝗼𝗿𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝟬𝟵:𝟬𝟬 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗮 𝟭𝟰:𝟬𝟬 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀 𝘆 𝗱𝗲 𝟭𝟲:𝟬𝟬 𝗵oras 𝗮 𝟮𝟭:𝟬𝟬 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀.
DE BÓREAS A CÉFIRO es la primera de una serie de exposiciones que conformarán el proyecto LOS CUADERNOS DEL PASEANTE Y EL VIAJERO y que como igualmente ocurrirá en los demás títulos o exposiciones futuras se complementa y acompaña con la edición de un libro-catálogo ilustrado profusamente cuyo formato se ajusta a los tradicionales cuadernos o blocs de apuntes de paisaje (y muy particularmente al de la famosa Molesjkine que tantos ilustres escritores y viajeros popularizaron).
El proyecto en el que esta muestra se encuadra “LOS CUADERNOS DEL PASEANTE Y EL VIAJERO” aspira a ser una colección en la que se recogerán y desde la que se ofrecerán al público – a lo largo de los próximos años, trabajos (en unos casos apuntes o bocetos, en otros obras más elaboradas) de distintos artistas que han trabajado sobre alguna faceta o aspecto de tema paisajístico. Trabajos que en general, no estaban destinados a esa pública contemplación.
En esta primera “entrega”, la exposición y su correspondiente edición titulados ambos DE BÓREAS A CÉFIRO ofrecen una selección de apuntes de paisaje realizados por el diseñador gráfico sevillano- y también extraordinario ilustrador y dibujante- Manuel Ortiz Domínguez, selección que recoge dibujos (en su mayoría, acuarelas) que fueron hechos in situ durante los muchos viajes emprendidos por el autor a lo largo de los últimos años por distintas latitudes (y longitudes) del planeta. Lo que justifica y explica el título que alude a dos de los principales vientos que enmarcaban el orbe clásico.
Noruega, Sicilia, Polonia, Irlanda, India, Arizona, constituyen en la muestra y en el libro, etapas-capítulos de esta suerte de itinerario documentado gráficamente que el artista ha ido elaborando sobre el terreno y para sí mismo, sin otra pretensión que la de apuntalar el recuerdo de detalles, circunstancias, formas aspectos concretos o impresiones que los distintos paisajes le han ido proporcionando, sin renunciar a captar y fijar también y al mismo tiempo en esos dibujos y mediante una cierta adecuación estilística, la idiosincrasia, la peculiaridad o, si se prefiere, el alma diferente de cada uno de esos lugares.
Y aunque concebidas estas obras como apuntes particulares, privados, no pensados para ser expuestas, el conjunto por ellas conformado se configura como una exposición de extraordinaria belleza, en la que se evidencia un sólido dominio del color y del dibujo, una no menos sólida unidad estética y estilística pero que lejos de impedir, más bien se nutren y enriquecen, con una variedad derivada de lo evocado, por los lugares de la capacidad del autor para expresar esas peculiaridades